domingo, 28 de febrero de 2010

Expertos alertan del "arraigo" de la violencia escolar por la falta de normas

CÓRDOBA. «Hoy en día tenemos un grave problema en los colegios: la violencia y el acoso escolar, que ya están arraigadas». Así se pronunció ayer la profesora de la Escuela Internacional de Justicia Juvenil Nora Rodríguez, antes de su intervención en la jornada «La violencia del menor en la familia y en la escuela», celebrada en el Rectorado.
Rodríguez, que ha desarrollado el programa Atenea, una iniciativa que combina el trabajo pedagógico permanente con los alumnos mediante estrategias de prevención e intervención, con la formación del profesorado, señaló que «el acoso, en realidad, es como imaginar un triángulo. En un vértice se encuentra la víctima, en otro, el agresor y en el tercero, el grupo. El joven que es atacado se puede transformar también en acosador».
En este sentido, apuntó que «para detectar a los verdaderos maestros del «bulling», una de las herramientas consiste en elaborar cuestionarios indirectos para detectar acosadores. Las preguntas tienen que ver con las justificaciones de la violencia, en lugar de con la violencia en sí».
La profesora explicó el aumento de la violencia escolar en la falta de normas. «Los chicos son más violentos ahora por la falta de normas. La familia le tiene miedo a los hijos, a perder su cariño porque los lazos son débiles. Se les da más poder del que tienen. Desde que tienen 3 años se les enseña a ser consumista, individualistas y competitivos».
Por otro lado, y en referencia al aumento de los casos de menores que agreden a sus padres, la psicóloga Josefa Sánchez del centro de reeducación colonial San Vicente Ferrer de Valencia explicó que «hay que saber poner límites a los niños, pasar tiempo con ellos y mimarles, pero no con cosas materiales ni consistiendo. En el centro trabajamos con los padres y con los menores, que están allí ingresados».
Pequeños tiranos
Esta psicóloga manifestó que los menores agresores justifican el maltrato al que tienen sometidos a sus padres «en la actitud de sus progenitores. Entienden que les someten y que les impiden ciertas actividades con el único objetivo de fastidiarles».
Además, resulta bastante complicado reeducar a estos jóvenes, ya que, según Sánchez, «el porcentaje de recuperación está en un 50%».

1 comentario:

  1. Pienso que el principal problema se encuentra en la educación recibida por los alumnos, ya no en el colegio, sino la educación dada en su casa, que algunos casos no viene dada por sus progenitores, los cuales trabajan y dejan a sus hijos con familiares o en multitud de actividades, etc. Lo que provoca que la educación se vea perjudicada y además empeore la situación del niño.
    Así, los padres, le dan los caprichos y le consienten todo lo posible a los niños, ya que están poco tiempo con él, y se lo quieren ganar con las cosas materiales.

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